- El jurado, compuesto por Elena Duque, Ángeles Agrela y Ángel Arias, entregó el Premio Aguaespejo (valorado en 800€) a Vuelo, de Manuel Palma.
- El Premio Sin Fin, concedido por la Fundación Agua Granada y valorado en 500€, fue para David Heras por Al final, la sopa fría.
- Clausuró el festival Lo que dirán, de Nila Nuñez, premiado documental sobre dos adolescentes musulmanas que tienen formas opuestas de afrontar la religión.
La vigésimo cuarta edición del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores llegó a su fin en un acto de clausura que contó con la actuación en directo de Alessia Desogus y en el que se hicieron entrega de los Premios Aguespejo y Sin Fin, este último concedido por la Fundación Agua Granada. Valorados en 800 y 500 euros respectivamente, el festival abrió dos premios a concurso para obras con un máximo de 30 segundos de duración, inspiradas por Val del Omar y los lemas del festival.
El jurado, formado por Elena Duque, Ángeles Agrela y Ángel Arias concedió el Premio Aguaespejo a Volar, de Manuel Palma, “por su delicada interpretación de la premisa del concurso “trozos de realidad tomados de improviso”, una fina mirada sobre un vuelo agónico, las rimas del montaje y el relieve psicológico creado por la interacción imagen-sonido”.
Manuel Palma quiso “agradecer a todo el equipo humano del festival, a la valentía del jurado y felicitar a todos los seleccionados. Quiero invitar a todos los jóvenes a seguir volando y planeando como el vencejo sigue la corriente del río. Sigamos el frescor de este río, aunque algunas veces sea a contracorriente”.
“Por los ecos Valdelomarianos de su trabajo: la idea del “sin fin”, las fuentes de agua y el tempo fílmico y sonoro de la pieza, en contrarréplica a La gran Seguiriya“, el jurado concedió el Premio Sin Fin a David Heras, por Al final, la sopa fría, que dedicó el premio a todos los asistentes “porque Hacienda somos todos”.
En representación del resto del jurado, Ángel Arias manifestó que “personalmente el trabajo de un miembro del jurado es dudar, es sentir pánico, es la única forma de no equivocarte. Cualquiera de los trabajos que se han presentado podrían haber ganado. En cualquier caso, Val del Omar pensaba que el cine, cualquier espectáculo, es una excusa para que nos juntemos los unos con los otros. Si lo que vemos en la pantalla lo consigue, Val del Omar estaría satisfecho”.
Tras la entrega de premios se proyectó el documental Lo que dirán, ópera prima de Nila Nuñez, que asistió a Granada para presentarla y mantener un apasionante debate con el público. La película, surgida del Máster en Teoría y Práctica de Documental Creativo de la Universidad Autónoma de Barcelona, aborda la relación entre dos amigas musulmanas con formas opuestas de ver la religión: “Primero tenía que conocerlas, ganarme su confianza, pero con el paso del tiempo ellas se convirtieron en actrices y guionistas geniales”, reconoció.
“La película quiere hacer universal el tema de la adolescencia y la presión estética que tienen las mujeres, tengas la religión que tengas”. Un mensaje con el que se despide el festival hasta el año que viene, creyendo en la universalidad del cine y en su capacidad de descubrirnos nuevas formas y otras realidades.